jueves, 21 de noviembre de 2013

Delors, Modelo curricular, Educación



Jacques Delors. Nace en París el 20 de Julio de 1925, es un político europeo de nacionalidad francesa y presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995. De origen humilde, Delors fue funcionario del Banco de Francia en 1945, tras el final de la 2da Guerra Mundial y haber estudiado economía en La Soborna. Delors es miembro del Club de Madrid, una organización independiente y sin ánimo de lucro compuesta por 81 ex-jefes de Estado y de Gobierno democráticos. Es padre de la política socialista Martine Aubry.


El Informe Delors, organiza el marco ideológico de una agenda de transformaciones, diseñado para entregar las pautas esenciales que guiarán la estructuración de los sistemas educacionales de América Latina y el Caribe.  Existe la profunda ideología que una educación de calidad esté sustentada por los cuatro pilares del aprendizaje podrá proporcionar las dimensiones cognitivas, morales y culturales que permitirán, tanto a individuos como a grupos sociales, la superación de los obstáculos y el aprovechamiento de las oportunidades esenciales al proceso de globalización. Estos cuatro pilares de la educación en unión con reformas, podrán dar lugar a un sistema de educación principalmente más flexible y dinámico.



El informe habla principalmente de cómo debemos concebir la educación, para dejar de creer que los profesores somos formadores solo para la vida laboral.

Destacan tres elementos:

  •      La educación es un factor indispensable para conseguir la paz.
  •      Es fundamental en el desarrollo humano de las personas.
  •   Desarrollo de la sociedad, aunque hay otros medios para lograrlo, la educación es el más importante.


    El Informe Delors, plantea que la educación es un ideal necesario porque es fundamental para el desarrollo continuo, es una vía para hacer retroceder la pobreza, la exclusión y las guerras.


“Mientras la sociedad de la información, se desarrolla y multiplica las posibilidades de acceso a los datos y a los hechos, la educación debe permitir que todos puedan aprovechar esta información, obtenerla, seleccionarla, ordenarla, manipularla y utilizarla. Por consiguiente, la educación tiene que adaptarse en todo momento a los cambios de la sociedad, sin dejar de transmitir por ello el saber adquirido, los principios y los frutos de la experiencia”.

La educación  para todos consiste  en aprender a ser, a ser verdaderamente “humanos” y a ser  “una persona completa”, como afirma el Informe Delors. Una visión amplia y comprensiva de la enseñanza debería proponerse capacitar cada individuo para descubrir, revivir y enriquecer su potencial creativo y dejar ver el tesoro que se esconde en cada uno. Esto significa ir más allá de una visión instrumental de la educación,  entendida  como un proceso al que uno se somete con el fin de alcanzar objetivos específicos (en términos de habilidades, capacidades o potencialidad económica), hacia otra que pone el acento en el desarrollo de toda la persona, en una  palabra, "aprender para ser”

 Para Delors la educación se convierte en uno de los sectores claves para el progreso, porque debe preparar a las personas para insertarse eficazmente en el mundo actual

La educación está basada en cuatro pilares fundamentales:



* Aprender a vivir juntos conociendo  a los demás: El Informe Delors insiste en el pilar de vivir juntos, conociendo mejor a los demás, su historia, tradiciones, espiritualidad. Es aceptar la diversidad y los valores compartidos en una sociedad democrática, y a partir de ahí, crear un espíritu nuevo que impulse la realización de proyectos comunes o la solución  inteligente y pacífica de los inevitables conflictos. Aceptando y reconociendo la interdependencia económica y cultural, es necesario educar para la tolerancia y el respeto, es desarrollar la inteligencia interpersonal.

*  Aprender a conocer: Es crear una cultura general que sirva de pasaporte para una educación permanente, en la medida en que supone un estímulo y sienta además las bases para aprender durante toda la vida. Es decir, aprender a conocer implica jerarquizar, ordenar, sistematizar el saber, adquirir los instrumentos de la comprensión, tener una base instruccional, sólida y general con la posibilidad cierta de profundizar el conocimiento, en síntesis, es aprender a aprender.




*  Aprender a hacer: Conviene no limitarse a conseguir el aprendizaje de un oficio y, en un sentido más amplio, adquirir una competencia que permita hacer frente a numerosas situaciones, algunas imprevisibles, y que facilite el trabajo en equipo. En este sentido, la educación va más allá de una competencia o una calificación laboral, es desarrollar todas las potencialidades del individuo y ser capaz de enfrentar los desafíos que plantea la vida.
           
* Aprender a ser: es conocerse a sí mismo, es el desarrollo integral de cada persona, es fortalecer la responsabilidad en el destino propio y en el colectivo. Todo esto viene a confirmar la necesidad de comprenderse mejor a uno mismo.


           
Basado en estos pilares, el informe Delors declara que la educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar sus proyectos personales. Se debe ordenar, unir y preparar los cambios en las distintas etapas de la educación, así, la educación básica debe impulsar el deseo de aprender, el ansia y alegría de conocer. La enseñanza secundaria debe diversificar la oferta de trayectorias y valorar talentos de todo tipo para evitar la sensación de exclusión y falta de futuro de los adolescentes. La universidad debe diversificar oferta, constituirse en una plataforma privilegiada para seguir estudiando, crear cátedras internacionales, ser autónoma.

Los retos que esto le representa a la escuela son innumerables, desde, una renovada actitud de los maestros, involucrar a los padres de familia, mejorar las condiciones escolares, hasta el compromiso de los gobiernos, políticas efectivas y mejores criterios de humanización social.



Cada docente es responsable al menos de una parte, de todo proceso de formación de una persona, de crear los espacios para desarrollar contenidos tanto conceptuales, procedimentales, como actitudinales y axiológicos para el desarrollo de competencias en sus distintas áreas: básicas, genéricas y específicas.

Los educadores no deben ser sabios y responder a cualquier duda de los alumnos, pero si deben estar informados y adaptarse a los cambios sociales que se han producido.

Otros aspectos importantes que debemos considerar en la formación de valores y en la transversalidad de cualquier currículo de formación son los siguientes: 

- El currículo tiene un carácter dinámico, lo que significa que es un proceso siempre en  construcción. Por lo tanto, habrá que innovar, renovar y crear siempre, pero sin perder de vista los valores fundamentales que no podrán estar ausentes, aunque los cambios educativos y sociales sean muy grandes. 
 
- El currículo debe atender a la diversidad, tanto de las características y capacidades de las personas como de sus condiciones de vida. No obstante, los valores son también en este aspecto un continuo que debemos incorporar.

- El currículo debe facilitar a los docentes la organización progresiva de los aprendizajes de tal manera que puedan entrelazarse los valores y las actitudes para formar personas íntegras.


Los estudiantes crean un conjunto de capacidades y competencias que les permiten desarrollar una serie de disposiciones personales y sociales (referidas al desarrollo personal, autoestima, solidaridad, trabajo en equipo, auto-control, integridad, capacidad de emprender y responsabilidad individual, entre otras); habilidades cognitivas (capacidades de abstracción, de pensar en sistemas, de aprender, de innovar y crear); deben contribuir significativamente al proceso de crecimiento y auto-afirmación personal; a orientar la forma en que la persona se relaciona con otros seres humanos y con el mundo; a fortalecer y afianzar la formación ético-valorativa; y al desarrollo del pensamiento creativo y crítico.

Ante todo se insiste en el sentido de dar cualidad humana a las actitudes y destrezas de los hombres, en la medida en que cada uno se vuelva más consciente descubrirá en sí el tesoro que la educación, producto de sus aprendizajes.



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